¿Qué hacer si te despiden injustamente? Procedimiento y derechos del trabajador

¿Qué hacer si te despiden injustamente?

Un despido es una de las situaciones más delicadas a las que puede enfrentarse una persona trabajadora. Y lo es todavía más cuando se produce de forma injusta, es decir, sin una causa real, sin respetar los requisitos legales o vulnerando derechos fundamentales. En este artículo vamos a explicarte qué hacer si te despiden injustamente, detallando cada paso del procedimiento, qué derechos tienes, cómo impugnar el despido y qué consecuencias puede tener para la empresa.

¿Qué se entiende por despido injusto?

En el Derecho laboral español no existe como tal la figura del «despido injusto», pero sí hablamos habitualmente de esta manera cuando nos referimos a despidos improcedentes o nulos, términos que sí tienen una base jurídica definida.

Un despido improcedente es aquel en el que:

  • El empresario no acredita la causa alegada en la carta de despido, ya sea una causa objetiva o disciplinaria. Por ejemplo, si te despiden alegando bajo rendimiento, pero no hay pruebas objetivas ni precedentes documentados, o no se respeta el procedimiento disciplinario aplicable.
  • No se cumplen los requisitos legales de forma. Por ejemplo, el despido se comunica de forma verbal o sin carta escrita motivada.

Por otro lado, un despido puede ser nulo cuando:

  • Se vulneran derechos fundamentales del trabajador (como el derecho a la igualdad, a la libertad sindical, o la garantía de indemnidad).
  • El despido afecta a personas con protección especial (por ejemplo, trabajadoras embarazadas o en reducción de jornada por cuidado de hijos) sin que exista causa objetiva suficientemente acreditada.

Ambas situaciones pueden y deben ser impugnadas por el trabajador, y el procedimiento es similar en ambos casos, aunque las consecuencias legales son distintas.

Primer paso: analizar la carta de despido

El despido, para que sea válido, debe notificarse siempre por escrito mediante una carta de despido en la que se especifiquen los hechos que lo motivan y la fecha de efectos, tal como dispone el artículo 55.1 del Estatuto de los Trabajadores (ET).

Es importante no firmar “conforme”, sino, en todo caso, firmar como “no conforme” para dejar constancia de que no se está de acuerdo con el contenido. 

Si no te han entregado esta carta, debes solicitarla formalmente, ya que su ausencia puede hacer que el despido sea declarado improcedente. Del mismo modo, si en la carta no se exponen hechos concretos o estos no se pueden probar, existe una alta probabilidad de que el despido se declare igualmente improcedente.

Plazo para reclamar: 20 días hábiles

El trabajador tiene 20 días hábiles (sin contar fines de semana ni festivos) para iniciar la reclamación desde el día siguiente al de efectos del despido. Este plazo es de caducidad, es decir, si no se actúa a tiempo, se pierde el derecho a reclamar.

Este es uno de los errores más frecuentes entre trabajadores despedidos: dejar pasar el plazo por desconocimiento o por intentar negociar sin garantías. No lo hagas. Si consideras que el despido es injusto, acude a un abogado laboralista de inmediato.

Acto de conciliación: el primer paso del procedimiento

Antes de acudir al juzgado, debes presentar una papeleta de conciliación laboral ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de tu comunidad autónoma. Este trámite es obligatorio según el artículo 63 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social (LRJS).

En la papeleta se debe identificar al trabajador y al empleador, indicar la fecha de despido, la causa alegada por la empresa y lo que se solicita (normalmente, la readmisión o una indemnización por despido improcedente). También puedes reclamar salarios pendientes, si los hay.

Una vez presentada, se señalará una fecha para el acto de conciliación, donde las partes pueden alcanzar un acuerdo. Existen tres posibles resultados:

  • Con avenencia: se alcanza un acuerdo. La empresa puede reconocer la improcedencia y abonar la indemnización.
  • Sin avenencia: no hay acuerdo. Puedes presentar demanda judicial.
  • Incomparecencia: si la empresa no acude, se deja constancia en acta, lo cual puede tener implicaciones procesales.

Demanda ante el Juzgado de lo Social

Si no se resuelve en conciliación, el siguiente paso es interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social competente, normalmente el del domicilio del trabajador. La demanda debe presentarse dentro del mismo plazo de 20 días hábiles desde la fecha del despido. El plazo queda suspendido desde la fecha de presentación de la papeleta hasta la fecha del acto de conciliación.

En la demanda se expone la relación laboral, los hechos del despido, por qué se considera improcedente o nulo y lo que se solicita: readmisión o indemnización. Es esencial acompañar pruebas documentales (carta de despido, nóminas, correos, grabaciones, etc.) y testigos, si los hay.

¿Qué puede decidir el juez?

El juez puede dictar sentencia declarando el despido:

  • Procedente: cuando se acredita la causa alegada por la empresa. El trabajador no tiene derecho a indemnización ni salarios de tramitación.
  • Improcedente: cuando no se acredita la causa o hay defectos formales. La empresa puede elegir entre:
    • Readmitirte en tu puesto, abonándote los salarios de tramitación (los dejados de percibir desde el despido hasta la readmisión).
    • Indemnizarte, sin readmisión. La indemnización por despido improcedente se calcula según el artículo 56.1 del ET:
      • Para contratos anteriores al 12 de febrero de 2012: 45 días por año trabajado por el tiempo anterior a esa fecha, con un máximo de 42 mensualidades.
      • Para contratos posteriores: 33 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades.
  • Nulo: el despido será nulo si vulnera derechos fundamentales o garantías legales, como el despido durante una baja por maternidad, el disfrute de reducción de jornada por guarda legal, o si hay discriminación. En este caso, la empresa debe readmitirte obligatoriamente y abonarte todos los salarios dejados de percibir.

Derechos económicos del trabajador despedido

Si el despido se declara improcedente y no hay readmisión, el trabajador tiene derecho a:

  • La indemnización por despido calculada según la antigüedad y salario.
  • El finiquito, que incluye:
    • Días trabajados no cobrados.
    • Parte proporcional de pagas extra.
    • Vacaciones no disfrutadas.
  • La prestación por desempleo (paro), si ha cotizado al menos 360 días en los últimos seis años.

El derecho al paro se gestiona a través del SEPE, y debe solicitarse en un plazo de 15 días hábiles desde la fecha del despido efectivo. La base de cálculo será la media de los últimos 180 días cotizados.

 

En conclusión, si te han despedido y sospechas que no es un despido justificado, recuerda que la clave es actuar con rapidez y con asesoramiento especializado. La legislación laboral española establece mecanismos eficaces para protegerte frente a despidos injustificados, pero debes cumplir los plazos y procedimientos de forma rigurosa.

Contactar con un abogado laboralista te permitirá valorar la viabilidad del caso, preparar adecuadamente la demanda y reclamar tus derechos con todas las garantías legales.